El desayuno, como su nombre lo dice, es la primera comida del día que nos rompe con el ayuno luego de una noche sin ingerir alimentos. Por eso es tan importante y relevante en el proceso metabólico de todo el día.
Aquella frase común de que debemos desayunar como reyes es muy cierta y es que el cuerpo necesita de esa energía de los primeros alimentos para poder desarrollar las actividades que se presenten y agilizar nuestro metabolismo, además de despertar muchas funciones que se ven interrumpidas en la noche por la falta de ingesta de nutrientes.
Por el ritmo de vida y la prisa de los días, muchas familias dejan de hacerlo tanto los adultos como los niños y esto no debe ser, porque se ha demostrado que aquellos niños que no desayunan correctamente padecen de falta de concentración, cansancio y poca capacidad de aprendizaje, además de mal humor y sobrepeso.
Un buen desayuno de debe ser equilibrado en la cantidad y variedad de nutrientes, incluyendo alimentos que poseen, principalmente, los carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales.
Una forma de no saltarnos el desayuno es levantarnos unos minutos más temprano, sabiendo que es por nuestro bienestar y la salud integral de la familia , otra manera es dejarlo listo de la noche anterior y solo tener que calentarlo si fuera necesario.
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