Periodismo sin periodistas. La frase define muy bien los estragos que viene sorteando la profesión con los cambios provocados por la ola de las redes sociales y las plataformas digitales que reconfiguraron el ecosistema mediático de la prensa escrita. Se la escuchamos a Juan Tomás Frutos, español, periodista con una larga trayectoria en los medios, catedrático y escritor que anda de visita en el país. No exagera el autor el español cuando analiza cómo han evolucionado en esta era los procesos que, debido a la inmediatez, a la busca de las visualizaciones y la viralidad, inciden en la calidad del periodismo a rasgos generales.
¿Hacia dónde va el periodismo? El derrotero que transitan los profesionales –reflexionó el catedrático español– es todavía más preocupante cuando el periodista hoy día se cree que lo sabe todo. Habló como si conociera el ecosistema dominicano.
Recorrer el dial desde la emisora que abre la frecuencia hasta la que cierra, los «opinadores» opinan de todo: de medicina, nutrición, arquitectura, ingeniería, deportes, economía, tecnología… en fin. Un poco de todo. Es una práctica cada vez más común, que nos creamos enciclopedias humanas es una tendencia arraigada entre comunicadores y periodistas.
¿Qué decir de la gran cantidad de asesores en comunicación que laboran en las instituciones públicas y que son «distribuidos» por sus superiores en el espectro radial y televisivo? Una práctica reservada para analistas de la alta política que va de salida, sobre todo de la radio, y que deja espacio a una generación de «profesionales de la comunicación» que carecen del conocimiento y la preparación que requiere este rol.
Es sin duda a lo que se refería Juan Tomás Frutos cuando hizo referencia al periodismo sin periodistas. Y no es que vaya a desaparecer el oficio, hoy más necesario que nunca. Todo ello viene a cuento precisamente porque una grandísima cantidad de personas han logrado colarse en el entorno para ejercer (o más bien hacer) de papagayo, rumiantes que van repitiendo minuto a minuto la noticia trending.
En estos tiempos en que la apuesta privilegia el contenido morboso, sensacionalista y violento para enganchar el público, Frutos considera que hay que tener fe. Creer en que cada día es posible apostar a un periodismo asertivo, y habló hasta de un periodismo positivo. Tener fe en que cada mañana, es posible salir a la calle con la esperanza de lograr una noticia reconfortante, alentadora, para
calmar el desasosiego que afecta a la gente en estos tiempos tan acuciantes. Y no exageró el catedrático español cuando dijo que esta es una profesión para la cual se necesita mucha formación. Así mismo era ayer, lo es hoy y seguirá siendo mañana. No todo está perdido.
Comentarios