¿Quién es Karen Yapoort? La pregunta me tomó por sorpresa en voces de algunos caminantes de la farándula y algo más. No porque ellos desconocieran los orígenes mediáticos de esta rubia a ratos, pelo negro de ocasiones y cuerpo con altura de basketbolista en apogeo.
Me sorprendió porque buscaban en mí –quizás, aunque dudo a ratos– una justificación sobre su esperada entrada a «Vale por tres», el programa número uno de los sábados entre los espacios de entretenimiento. Y hay que significar que el programa que produce RTV Producciones, que capitanea Roberto Ángel Salcedo, apenas cumplirá un año en el aire en septiembre próximo.
La Yapoort, que apenas he visto personalmente en una ocasión en el set de rodaje de «Mi suegra y yo» –que se vislumbra como el próximo bombazo taquillero del cine dominicano del 2016– llega al programa tras la salida de Lizbeth Santos, con todas las ganas de marcar distancia de todo aquello que fue, pensando hoy en lo que le depara el futuro.
Y es algo que esta rubia intermitente, según lo que pudimos notar en su primera intervención esta semana, tiene bien claro, por lo menos si aspira a seguir pisando con seguridad en la escalera que le ha tendido la farándula fugaz, ese camino incierto que nubla el sentido común y despeja inquietudes fanáticas sobre todo aquel que llega con ínfulas de grandeza, a los camerinos de estudios volátiles.
«Vale por tres» es solo un brazo del cuerpo que supone la empresa del exitoso Clan Salcedo. Lo del clan lo decimos en buena onda, calificativo que viene a cuento de sus producciones de televisión –»Más Roberto»– de sus producciones de teatro, echadas al olvido, de sus películas, de todo aquello relacionado con una de las estructuras más sólidas, admiradas y respetadas de la industria del entretenimiento dominicano.
La Yapoort –¿de dónde viene el nombre, o el apellido? no lo sabemos– tiene hoy una oportunidad que puede poner en el horizonte su carrera. Ella todavía no tiene garbo, le falta estilo y carece de buen tacto, pero tiene en ella la esencia que transpiran esas mujeres con posibilidades de abrirse espacio en la jungla, poder marcar territorio y saber hacerse de todo aquello que necesita para dotarse de esas facultades. Ya lo hemos visto antes, pero debe estar consciente que este es otro circo.
Karen Yapoort, a veces subestimada precisamente por ello, es solo una… llegó a «Vale por tres» con las posibilidades y oportunidades que muchas quisieran tener. Ojalá no quede sentada en el andén, cuando se ponga en marcha el tren.
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