El Pastor Ezequiel Molina aseguró que la justicia en República Dominicana está gravemente enferma, pero bajo ningún concepto se puede decir que está muerte, tras rechazar que todos los jueces y fiscales del país sean corruptos como quieren hacer ver algunos sectores.
El líder religioso, que por más de 50 años concentra a decenas de miles de persona cada primero de enero en el Centro Olímpico en el denominado acto “Batalla de la Fe”, cree que ese poder del Estado se puede rescatar, ya que a su entender la mayoría de jueces y fiscales no son corruptos.
Sin embargo, dijo que lo más preocupante es que esa mayoría que no está corrompida se ve compelida a quedarse callada y así evitarse problemas debido a los poderes que detentan corruptos y corruptores.
Entrevistado en un programa de televisión, el pastor de la Iglesia Mahanaim aseguró que son muchos los jueces y fiscales serios.
Recordó el dicho popular de que con dos o tres manzanas podridas se daña todo el furgón, y precisamente es esa minoría que le está causando daños a la imagen de la Justicia dominicana.
“Yo creo que aquí hay muchos libres de pecados pero con temor, tienen temor a una u otra cosa, pero tienen temor, el más sencillo de eso, temor a perder su puesto, si no a perder su vida, entonces faltaría un poco de valor que le permita buscar respaldo y expresarse, porque insisto ni la cuarta parte está podría”, enfatizó el reverendo.
Con respeto a quienes sostienen que el poder judicial de la República Dominicana ha colapsado, Ezequiel Molina le sugirió que hagan acopio de la frase bíblica y si se consideran libres de pecados que tiren la primera piedra.
Reconoció que pese a los temores que tienen los miembros de la judicatura nacional para denunciar y enfrentar a los pocos corruptos, le falta valor por aquello de quien calla otorga.
“Es incomodo, porque una persona que está para administrar justicia tiene familia, entonces el poder que lo respalda es ínfimo comparado con el que lo puede perseguir, en consecuencia si le hacen una llamadita o le envían un mensajito y le dicen tiene tanto millones para que te porte bien, y si no yo sé donde estudian tus hijos, donde tú vive, así es que mira a ver”, explicó el religioso.
Dijo que en esa disyuntiva el juez o fiscal que lleva el caso si no recibe el dinero podría perder su vida o la de su familia, pero si acepta el dinero se queda con la plata y con su familia y por eso se inclinan por lo último.
Sostiene que en eso caso hay que estar muy pegado de Dios y seguro que el Señor lo va a defender, para actuar con justicia en una sociedad que casi nunca defiende al que se porta bien.
Recordó que cuando un servidor del Estado actúa con honradez es víctima mucha veces de burla, y hasta lo acusan de tonto, lo cuestionan y le dicen que a qué fue que llegó a ese cargo, “es decir ponen a ese buen ciudadano en una posición bastante incomoda”.
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