Si a algunos de ustedes les sucede igual que a mí –no vieron el film Cloverfield del año 2008, y por consiguiente, se acercan a esta película sin saber que es una especie de secuela de aquella– es muy probable que terminen presas de la confusión y el desconcierto.
Tal situación es el fruto de que distintos aspectos de la trama de 10 Cloverfield Lane –vistos desde la perspectiva de un guión independiente y sin ataduras con historias previas –no tienen sentido alguno, y por lo tanto, cuando la película concluye la impresión general con la que uno queda es la de… ¿Y qué rayo fue esto?
Así que la advertencia al menos está hecha, y de cada quien depende en definitiva el modo como se aproximará o el enfoque que dará al film. En mi caso, tal vez hubiese asumido su planteamiento desde otro ángulo de haber sabido de la existencia de la película original.
Sin embargo, esto es una mera conjetura y no un hecho cierto, puesto que las tres cuartas partes de la historia de 10 Cloverfield Lane es un relato con dinámica y entidad propias, y solo en el último tramo de la misma es cuando da un giro de 360 grados.
El arranque y planteamiento de la película es genuinamente interesante y prometedor: Michelle, (Mary Elizabeth Winstead), una joven de quien no sabemos nada, se pelea con su novio y decide alejarse de él. Un desafortunado encuentro, sin embargo, la deja inconsciente y cuando despierta se encuentra encadenada y encerrada en lo que parece un sótano de una casa ubicada quien sabe dónde.
Es entonces cuando entra en escena Howard, (John Goodman) un individuo rechoncho, amable y un tanto misterioso, quien alega que un evento apocalíptico sucedió y por ello, él la llevó allí para protegerla.
Michelle, por supuesto, no cree nada de lo que Howard dice y la desconstrucción de quien es él y qué realmente sucedió es lo que compone el resto del film. La historia, no obstante, no propone una resolución definitiva, la cual habrá de buscarse en las sucesivas incursiones, que de seguro habrá, sobre el tema.
Mientras tanto, el espectador, quien durante la mayor parte de la película se ha encontrado inmerso en una atmosfera de thriller psicológico, bastante efectiva por cierto, pero sin saber hacia dónde se dirige; no puede evitar terminar con un palmo de narices, debido a que en sus últimos 15 minutos la película salta bruscamente de un género a otro sin transición.
Convincente actuación de John Goodman en un personaje que es al mismo tiempo agradable y peligroso, y en el cual le permite también al acto parodiarse así mismo. De igual modo, efectivo desempeño además, de Mary Elizabeth Winstead, quien encarna en realidad el personaje central y lleva el peso de la narración.
10 Cloverfield Lane cuenta con un buen nivel de suspenso, y en su primera parte mantiene al espectador sumido en la incertidumbre. Sin embargo, aunque es en general entretenida, el desastroso cierre del film reduce considerablemente sus alcances.
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